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Zona Peatonal

No está ahí.

¿Será el candidato de IU a las proximas elecciones locales?. ¿Será el del SOE?. Sea lo que sea lo que esté buscando nuestro Otilio municipal en esa parte de la Avenida es seguro que, después de casi dos meses buscando, no está ahí. Es eso o que está muy bien escondido.

 

Vallas y agujero en la Avenida de Andalucía, frente al comercio de Cadena Master

 

No pasaría de ser otro conjunto de vallas amarillas en medio de una acera, al que nos tiene tan acostrumbrados Otilio, y olvidadas por el que las puso hace meses ahí si no le hubieran añadido el puntito de cínico humor sardónico y absurdo del cartelito.

 

 

Cartelito absurdo en las vallas

 

Es cínico que Otilio, edil municipal, arroje al peatón de la acera para que camine por la calzada, de espaldas al tráfico y sin ningún tipo de protección, poniéndolo en peligro y es absurdo porque, si voy caminando por la acera en el sentido que me encuentro el cartel, ¿de qué narices me sirve el paso de cebra que está más adelante, cuando ya no hay valla?. ¿Cruzo en éste a la otra acera y luego en el que hay más arriba otra vez a la que traía?. Estas bromitas (junto con el cartel) se las podía guardar el concejal para gastarlas en casa, que aquí en la calle ya no hacen ninguna gracia.

¿Por qué no hay un pasillo de vallas, debidamente señalizadas, para que podamos circular con seguridad los peatones?. No es porque nadie lo haya pensado, no, qué va. Es porque así no se molesta al conductor ocupando su prioritaria calzada. La acera es de todos, ya se sabe: de los constructores, de los comerciantes, de los hosteleros, de la empresa de aguas de montilla, del servicio de obras, de los conductores que quieran aparcar sobre ella... De todos, menos de los peatones.

El viernes día 1 me pasó, además, algo también muy divertido. Bajaba por esa misma acera para entrar al Mercadona y me encontré con esa misma valla, su cartel y la búsqueda del tesoro correspondiente, pero desde el otro lado, así que me desvié a la izquierda por la calle de Manolete. Llegué a la esquina, justo antes de la estación de autobuses, para entrar por esa puerta al super, pero estaba todo ese área balizada y cerrada al paso peatonal porque está en obras. Así que seguí en dirección a la rotonda y ¿qué había?. Pues el mercadillo, porque era viernes, que crucé a troche y moche como pude por la acera de la estación, empujando la sillita y cabreada como yo sola.

Estas cosas le pasan a un tío con coche y se pone a pitar hasta que le quitan lo que haga falta, pero como me pasó a mí (y me imagino que a otras tantas personas), pues me fastidié, como a diario. Gracias, Otilio, por tu comprensión y sentido de la previsión. No me olvidaré de ti y de tus compinches en las proximas elecciones, no lo dudes.

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