La venganza de Otilio
Cual burda copia de la famosa astracanada de Muñoz Seca, Otilio ha puesto en escena su particular venganza contra el peatón en esa mina que abriese hace ya meses en la Avenida de Andalucía. Como no encontraron lo que buscaban en el lugar donde se abrió lo que parecía una entrada de metro, Otilio ha tocado a rebato y ha convocado a su pléyade de vallas amarillas y hombres de mono azul para extender el área de búsqueda del tesoro.

Como se ve, ahora la zanja es más extensa. Ya cubre toda la fachada del comercio, casi desde la misma esquina, para llegar más allá de la entrada de cocheras del mismo edificio, convocando mañana y tarde un buen conjunto de Indianas Jones que se afanan en molestar lo más que pueden.

Eso sí, la venganza, servida en plato más hondo que el anterior, ya no lleva pareja el innecesario y sádico choteo de los cartelitos que preservaban con tanta eficacia la integridad del peatón. ¡¡¡Eso es decisión y valentía, Otilio, sí señor!!. ¿Que lo carteles son una guasa?. ¡¡¡Se quitan los carteles!!!. No vaya a ser que haciendo las cosas bien una maldita vez pierda su buena fama.

Como ya es costumbre, Otilio (no sabemos sin esta vez con ayuda de Pepe Gotera) arregla la chapuza con otra chapuza.
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Pamina -
Edmond de Rostand -