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Que el frágil peatónde Montilla es "cascarón de huevo" para nuestro Ayuntamiento y resulta agredido a casi cada paso es muy evidente. Son decenas los ejemplos que he ido poniendo por el blog en estos meses. También me indigna que tampoco pintemos nada para esa oposición silenciosa y condescendiente que son los grupos políticos "minoritarios" del Pleno, que hablan de todo menos de estas cosas.

 

¿Otro ejemplo?. En pleno centro, frente al ayuntamiento que dura ya... Primero fue el armatroste de andamio que nos colocaron, que nos hacía pasar por la carretera sin más protección que la ligereza piernas y la buena vista.

 

Hoyo en la Puerta de Aguilar. Acera frente al Ayuntamiento

 

Ahora, alargan la agonía y el insulto con el hoyo y los eternos postes que quién sabe cuándo será oportuno retirar. De todas maneras, cuando los quiten, tampoco ganaremos mucho. La mini acera que se ha quedado no dejará nunca espacio para dos personas con, por ejemplo, un paraguas abierto. Mucho menos a dos carritos de bebé, con lo que tendremos que seguir usando la calzada para poder pasar.

 

Puerta de Aguilar¡. Postes y hoyo frenbte al ayuntamiento

Homenaaaaajeeeeeee

¿Para quién estará reservando nuestro ayuntamiento este rincón de la ciudad?. ¿Pretenderá hacer un rincón de homenaje al emigrante montillano? O, ¿será de homenaje al veraneante anónimo, que tomaba ahí el bus para la Costa del Sol?.

 

Antiguo apeadero de autobuses en El Triángulo

 

Ya ha habido tiempo para decidiir qué hacer con el apeadero desde que se inauguró la estación de autobuses. Mientras tanto, ¿qué tal si alguien se decidiera a ampliar la acera o, por lo menos, a quitar este armatroste de encima de ella?. Porque, en este caso, no es que esté en medio de la acera, es que la ocupa toda.

 

Acera junto al apeadero de autobuses, ocupada por una cabina de teléfonos

 

¿Ha intentado algún técnico o político municipal conducir un carrito de bebé por esa zona para llegar a la zona de jeugos del parque: baja de la acera, sube de la acera, baja de la acera para pasar por el paso de peatones, vuelve a subirla, rodea la parilla del parque para llegar al sitio accesible, junto a la plaza,...?.

¿Alguien piensa en los que, simplemente, no podemos subir escalones con tanta facilidad, en los que ven poco o nada, en los que tienen que desplazarse en silla de ruedas?. Se ve que no, claro, porque de otra manera, no dejarían que pasase lo que pasa.


La segunda taza

Ea!, pues ahí tenéis el arreglo de Centroman. El hombre que diseña y arregla para el centro de las aceras. Estoy de los nervios, ¿qué será lo que ahí irá?

 

Anclaje en la acera del Llano de Palacio

 

¿No querías caldo?.

Como soy una ignorante y una atrevida, hace unos meses me atreví a enunciar lo fácilmente arreglable que era la situación que reflejaba la foto de aquel post.

 

Valla en la acera del Llano de Palacio

 


...y su peculiar anclaje?

 

La valla se sujeta al suleo con un alambre

 

Pues yo, temeraria y osada, aventuré que no era para tanto, que una radial y un poco de cemento ya valdrían para quitar de enmedio semejante estorbo herrumbroso. Pero hete aquí que nada más lejos de la realidad. De una radial y un poco de cemento nada de nada. Hacía falta: un contenedor, dos garrafas de 50 litros de agua, una taladradora, cuatro vallas metálicas, un currante, dos mirones, dos mironas, una carretilla,... Puff!. Si sólo en hardware ya hay una pasta ahí, del coste en recursos humanos, ¡¡¡ni hablamos!!!.

 

Personal de un plan de empleo arreglando el anclaje donde estaba la valla

Pero lo mejor, lo mejor, lo mejor de todo es lo que no entonces aún no quedaba claro, pero que prometo colgar mañana. Todo el obrón y la parafafernalia ha sido necesaria para adecentar el anclaje, porque se va a volver a usar el lugar para colocar algún aparatejo que necesita corriente eléctrica para funcionar. Pero, ¿adivináis dónde ha quedado el anclaje?. Pues sí, ¡¡¡¡en to'l medio la acera!!!.

Sea lo que sea lo que ahí vaya, no hay duda: detrás del asunto está el mismo diseñador aventajado y sublime del armario de la Avenida. ¿No habrá pensado este tipejo en firmar sus obras?. Así podríamos agradecer los ciudadanos personalmente su aportación a los tropezones particulares. ¡Qué cruz, señor, qué cruz!.

El otro vandalismo

Igual que el alcohol es la droga institucionalmente aceptada y socialmente irreprochable, existe este otro vandalismo, también permitido por la autoridad pero menos criticable, por lo visto, por la ciudadanía. El vandalismo "comercial", que tiene como objetivo los derechos de todos.

Este trozo de acera de la Avenida, por ejemplo, a la altura del paso de cebra de la fuente, se la reparten como buenos amigos la terraza del bar y la tienda de motos.

 

Acera Avenida, frente al paseo de los monos ocupada por la mercancia de la tienda de motos

 

Entre semana, usa y abusa de "su vado" el vendedor de motos (estas son de motor, no como las otras que se venden en la Puerta de Aguilar). El buen hombre debe pensar (o eso le han contado) que el hecho de pagar la tasa de entrada y salida de vehículos a través de las aceras convierte ese trozo de espacio público en una extensión del escaparate donde exhibe su mercancia. O sea, en algo de su propiedad. Incluso aunque así fuera (que no lo es), ¿por qué no aparca las motos en la calzada, que no estorba a los peatones?.. Como en otras ocasiones, es obvio: porque estorba a los coches y, además, mata dos pájaros de un tiro: aparca sus motos en la acera y su furgoneta en el trozo de calzada que, según la lógica aplicada, también es suyo.

 

Terraza de bar en el trozo de acera de la Avenida frente al parque de los Monos

Eso sí, o se le puede decir que sea egoista. En domingos y festivos, cede graciosamente el uso de "su" acera para que instale la terraza el bar que tiene "porsima", que además de servir bebidas y comida, ha montado esta divertida gincana para paseantes:

 

Terraza de bar tipo gincana en la Avenida, frente al parque de los monos

 

Sube la acera, tuerce a la izquierda, cuidado con las sillas, tuerce a la derecha, ojo con las mesas, cede el paso al que viene, tira pa'trás que no cabemos,... En la foto todavía no hay público, pero parece que conforme se acerca el mediodía, la cosa es aún más divertida.

 

Seguimos sumando puntos

Contamos desde la semana pasada con este nuevo paso de cebra en la Avenida de Boucau, un poco antes de llegar al Plus si subimos desde La Unión.

 

Paso de cebra si el rebaje de la acera pertinente en la Avenida de Boucau

 

 

Con la previsión que caracteriza las actuaciones de nuestro Ayuntamiento, la acera no cuenta con el rebaje adecuado para hacer el paso más fácil a los que andamos empujando o montados en algún artefacto rodante. En la zona, de recientísima urbanización, no estaba previsto, al parecer este paso de cebra por lo que, o bien nos volverá a costar la pasta pública rebajar la acera o bien se queda así y ya contamos con un paso de cebra nuevecito, en una acera nuevecita, en una zona nuevecita, que no se ajusta a un requisito tan mínimo y barato de accesibilidad urbana. Ooooootro puntito para Otilio y su cuadrilla.

Ha sido inevitable

Después de conquistar, por un apuesta, a la virtuosa y católica Madame de Tourvel, el Vizconde de Valmont la abandona mostrando un desprecio tal por la ya para siempre desdichada dama que ésta muere casi de manera inmediata. A los inisistentes ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué? de la Tourvel, el depravado vizconde contesta una y otra vez "no pude evitarlo", "no pude evitarlo", "no pude evitarlo", como única, repetitiva y cínica respuesta.

Pues como en la película "Las amistades peligrosas", el arquitecto, perito, jefe de obras o capataz y, por último, el albañil se han ido repetiendo el soniquete de uno a otro para cometer este nuevo atentado peatonal.

Porque ha tenido que ser inevitable, por alguna fundada razón técnica que escapa a mis cortas luces, que este mamotreto quede justo, justo, justo en medio de la magnífica acera que nos iba a regalar el Ayuntamiento en el cruce final de la Avenida de Andalucía con la de Europa.

 

Caja semáforica en medio de la acera

Ni pegado al semáforo, ni a la fachada, ni escondida bajo tierra: era absoluta y completamente necesario que quedase en pleno centro de la acera, para que no haya lugar por dónde escapar de ella visual ni físicamente. Si pronto añadimos a esto la generosa decoración con mobiliario urbano que caracteriza la finalización de obras municipales (véase en este mismo blog cómo quedan algunos tramos de la Corredera "nueva"), los habituales regalos que hosteleros y comerciantes suelen poner a nuestra disposición en las aceras, el paso peatonal quedará reducido, como en tantos otros lugares a un estrecho pasadizo en el que las que bajamos y las que subimos nos daremos paso alternativo como en los túneles de una carretera de alta montaña.

Ooooootroooa chapuza más, ¿y van...?

Más postes con solera

La decoración a base de madera es siempre cara y aporta siempre esa apariencia lujosa que todas pretendemos en alguna ocasión. Nuestro ayuntamiento sigue empeñado que nos guste a todo el pueblo su austera forma de decorar nuestras calles basada en el abuso de la madera vertical sobre las aceras que, es cuestión de gustos, me parece una ordinariez, además de hacer nuestras aceras, si cabe, aún más intransitables.

Los postes de obra son nuestra especilidad y los hay en Montilla que se heredan de Corporación en Corporación. Los concejlaes de obras y servicios cuando se hacen el traspaso de "carteras" se traspasan también el plano de estos elementos decorativos y parece que, por no ofenderse  unos a otros, se dejan ahí para que vayan tomando solera. Eso, o es que nunestro querido Otilio ha perdido la carpeta azul de gomas que le entregara el anterior concejal y no es capaz de encontrarlos. Por si es así, ahí van unos cuantos que, a la vista de todos, siguen hurtando nuestro espacio público.

Estos de la Avenida de Andalucía, en la acera de la derecha, según se baja, llevan ahí, ¿cuánto?, ¿dos, tres años?.

 

Postes en la Avenida de Andalucía

 

 

Postes ocupando la acera en la Avenida de Andalucía

Y estos, sujetando cables de unos edificios que llevan ocupados, por lo menos, cinco años, llevarán ahí  otro par de ellos, porque los colocan nada más empezar la obra, así que hay un buen montón de montillanos que ya nacieron con ellos ahí, por lo que no les debe extrañar que ahí sigan, como parte "natural" de nuestro paisaje urbano.

 

Postes con solera en la Avenida de Andalucía

¿Qué decisión administrativa es la necesaria para colocar los cables en su sitio y quitar esto de la acera?. ¿Quién tiene que tomarla?. ¿Estarán buscando al que tiene que firmar el papel en el hoyo ese de más arriba?. Quién sabe. Eso sí, si estuviesen ocupando la calzada, en lugar de la acera, esto duraba lo que un caramelo en la puerta de un colegio, te lo digo yo.

 

Pío, pío, quiero lo que es mío.

Ese es el soniquete que repite el medio pollito a lo largo del cuento, por lo menos en la versión que conozco. Pues igual yo. Pío, pío, pío, quiero me de devuelvan mi aceraaaaaa. ¡¡¡Ladrones, corsarios, bellacos, malandrines!!!... (N.B.- Es que con el cognazo que están dando con Alatriste, se me va la olla, jejeje)

 

Coches en la acera en la avenida de Andalucía, frente a Cá el gordo

 

La venganza de Otilio

Cual burda copia de la famosa astracanada de Muñoz Seca, Otilio ha puesto en escena su particular venganza contra el peatón en esa mina que abriese hace ya meses en la Avenida de Andalucía. Como no encontraron lo que buscaban en el lugar donde se abrió lo que parecía una entrada de metro, Otilio ha tocado a rebato y ha convocado a su pléyade de vallas amarillas y hombres de mono azul para extender el área de búsqueda del tesoro.

 

La zanja de la Avenida, esquina con Manolete es ahora más grande

 

Como se ve, ahora la zanja es más extensa. Ya cubre toda la fachada del comercio, casi desde la misma esquina, para llegar más allá de la entrada de cocheras del mismo edificio, convocando mañana y tarde un buen conjunto de Indianas Jones que se afanan en molestar lo más que pueden.

 

La zanja llega ya hasta las cocheras

 

Eso sí, la venganza, servida en plato más hondo que el anterior, ya no lleva pareja el innecesario y sádico choteo de los cartelitos que preservaban con tanta eficacia la integridad del peatón. ¡¡¡Eso es decisión y valentía, Otilio, sí señor!!. ¿Que lo carteles son una guasa?. ¡¡¡Se quitan los carteles!!!. No vaya a ser que haciendo las cosas bien una maldita vez pierda su buena fama.

 

La zanja, desde la acera de enfrente

Como ya es costumbre, Otilio (no sabemos sin esta vez con ayuda de Pepe Gotera) arregla la chapuza con otra chapuza.

I'm singing in the rain...

Aunque no lloviese entonces (que ya lo ha hecho, por fortuna) esa es la canción que parece sonar de fondo en la foto. ¿Cómo, que no se oye?. Pues va siendo claramente silbada por uno de los personajes de la foto del momentito de las 19:07 h. del día 6 de septiembre del post de ayer. Sí, el del muchacho del hojaldre.

 

Moto encima de la Acera en Puerta de Aguilar, esquina con calle Ballén

¿Alguien notó lo que hay allí al fondo?.

 

Guardia en la calle Dámaso Delgado

 

Efectivamente, un guardia municipal.

Ilusa yo, dejé volar mi imaginación y vi venir hacia mí, diligente y audaz, al poli que, pipa en mano y con una mirada penetrante y dura que para él quisiese Harry el Sucio, le espetó a la moto un "alegrame el día" que me heló la sangre. Sin dejar casi tiempo para la reacción de la máquina le descerrajó dos tiros de la Magnum del 44, uno en cada rueda, a la indefensa pero culpable moto. Comencé a aplaudir y saltar de alegría viendo como, por fin, se hacía justicia, sumarísima eso sí, pero justicia, en este pueblo con el peatón, cuando la musiquilla del título del post (bueno eso y las caras del resto de viandantes, que me esquivaban mirándome como a una loca) me sacó de mi ensoñación. Mientras trataba de volver en mí, oí claramente el soniquete que se alejaba en dirección a la Plazuela y que venía justo de ahí, de donde el hombre de gorra azul caminaba hacia otros menesteres también necesarios, y probablemente también justos, en algún otro lugar de la ciudad... "I'm singing, I'm dancing, in the raaaaaaiiiiiiin".

 

El guardia que se va silbando calle arriba

 

Villa momento

Todos estos "momentos ciudadanos", en cuestión de veinte minutos, entre las 19:00 y las 19:20, del pasado día 6 de septiembre:

19:01.- El momentito de descargar toooooooda la compra del Cash and Carry de la tienda de chucherias de la Calle el Santo.

 

Furgoneta descargando en la Calle el Santo y Ballén. Son las 19:01

 

19:06.- El momentito de tomar un cafecito (o los que se tercien) en El Quijote.

 

Coche encima de la miniacera de la calle Ballén, frente al Quijote.

 

19:07.- El momentito del niño de la moto para comprarse un hojaldre en la Tahona.

 

Moto encima de la acera en la Calle Puerta de Aguilar, esquina con Ballén

 

19:11.- El momentito de comprarle la crema para la urticaria en la farmacia a la abuela, unido a la chispa en que ¿carga/descarga? lo que sea menester el camión de Las Camachas en doble fila.

 

Coche en la Calle Puerta de Aguilar, paso de cebra, más camión de las Camachas

 

19:11.- El momentito de decirle al del seguro que se me ha roto el cristal del bombito y que le voy a traer la factura otro día (será otro próximo momentito). Este momentito del VW Polo en la zona de carga y descarga explica el momentito del camión de Las Camachas en doble fila que justifica el atranque del Total frente a la farmacia que provoca la fila de coches que se ve de fondo y que cualquiera sabe a dónde llegó. Todo ello en un momentito, cual "efecto mariposa".

 

Coche en carga y descarga en la Calle Puerta de Aguilar

 

19:12.- El momentito en que mi señora se baja, compra en el veinte duros la bandeja de plástico para tomar el café en el campo, que se rompió el lunes festivo y "¡no va a venir andado hasta aquí, ¿no?!". (N.B.- Obsérvese la desesperación del hombre conductor que, brazos en jarras, no entiende cómo se puede tardar tanto en comprar una bandeja de m...).

 

Coche en doble fila en la calle Puerta de Aguilar, con hombre con brazos en jarras

 

19:20.- Los momentitos varios de la oportuna, y justificada (véase el momentito de las 19:11 h.), descarga en segunda doble fila de mercancia de la furgoneta verde más los alcohólicos (o cafeteros) momentitos de las otras dos motos y los otros dos coches aparcados también en una primera doble fila. Por cierto, me tuve que cruzar de acera ahí mismo porque estaban colocando la terraza del bar de la esquina y no cabíamos todos.

 

Una fugoneta, en doble fila en la Calle Puerta de Aguilar

 

Por cierto, como puede verse en esta última foto, la cola del momentito de las 19:11 h. no era para tanto, que no llegaba ni a la esquina.


No está ahí.

¿Será el candidato de IU a las proximas elecciones locales?. ¿Será el del SOE?. Sea lo que sea lo que esté buscando nuestro Otilio municipal en esa parte de la Avenida es seguro que, después de casi dos meses buscando, no está ahí. Es eso o que está muy bien escondido.

 

Vallas y agujero en la Avenida de Andalucía, frente al comercio de Cadena Master

 

No pasaría de ser otro conjunto de vallas amarillas en medio de una acera, al que nos tiene tan acostrumbrados Otilio, y olvidadas por el que las puso hace meses ahí si no le hubieran añadido el puntito de cínico humor sardónico y absurdo del cartelito.

 

 

Cartelito absurdo en las vallas

 

Es cínico que Otilio, edil municipal, arroje al peatón de la acera para que camine por la calzada, de espaldas al tráfico y sin ningún tipo de protección, poniéndolo en peligro y es absurdo porque, si voy caminando por la acera en el sentido que me encuentro el cartel, ¿de qué narices me sirve el paso de cebra que está más adelante, cuando ya no hay valla?. ¿Cruzo en éste a la otra acera y luego en el que hay más arriba otra vez a la que traía?. Estas bromitas (junto con el cartel) se las podía guardar el concejal para gastarlas en casa, que aquí en la calle ya no hacen ninguna gracia.

¿Por qué no hay un pasillo de vallas, debidamente señalizadas, para que podamos circular con seguridad los peatones?. No es porque nadie lo haya pensado, no, qué va. Es porque así no se molesta al conductor ocupando su prioritaria calzada. La acera es de todos, ya se sabe: de los constructores, de los comerciantes, de los hosteleros, de la empresa de aguas de montilla, del servicio de obras, de los conductores que quieran aparcar sobre ella... De todos, menos de los peatones.

El viernes día 1 me pasó, además, algo también muy divertido. Bajaba por esa misma acera para entrar al Mercadona y me encontré con esa misma valla, su cartel y la búsqueda del tesoro correspondiente, pero desde el otro lado, así que me desvié a la izquierda por la calle de Manolete. Llegué a la esquina, justo antes de la estación de autobuses, para entrar por esa puerta al super, pero estaba todo ese área balizada y cerrada al paso peatonal porque está en obras. Así que seguí en dirección a la rotonda y ¿qué había?. Pues el mercadillo, porque era viernes, que crucé a troche y moche como pude por la acera de la estación, empujando la sillita y cabreada como yo sola.

Estas cosas le pasan a un tío con coche y se pone a pitar hasta que le quitan lo que haga falta, pero como me pasó a mí (y me imagino que a otras tantas personas), pues me fastidié, como a diario. Gracias, Otilio, por tu comprensión y sentido de la previsión. No me olvidaré de ti y de tus compinches en las proximas elecciones, no lo dudes.

De vuelta (actualizado)

Me he colado un poco en el mes de septiembre, pero ya se sabe que este principio de mes en nuestro pueblo es bastante festivo. ¿Qué tal el verano?. ¿Qué tal las vacaciones?. ¿Qué tal las aceras?.

Mientras todos nos íbamos de vacaciones, dos se han quedado a pasar tooooooodoooo el mes de agosto con nosotros, no sé si os habéis fijado. Para mí son ya como de la familia. Pero como esa parte de la familia que que se te cuela en la casa a principio del verano y no hay manera de quitársela de encima hasta que se pasa la "caló" en sus ciudades de origen, con la excusa del fresquito que corre en Montilla al atardecer.

Pues estas dos se ha pasado el mes de agosto ("y lo que te rondaré, morena") en la terraza del bar el Triángulo sin que nadie les avise de que ese bar ni tiene terraza ni creo que piense ponerla. Pero ellas, tercas como todas las de su calaña, ahí colocadas en medio de la acera por si algún día llegan las mesas, ser las primeras en ocuparlas, no vaya a ser esto como el patio de la Unión en sábado por la noche, que hay hasta cates para pillar mesa.

 

Vallas en bar el triángulo

 

La foto es de principios de agosto (del seis de agosto, en concreto). Tenéis ahí la baliza de la policía municipal, las vallas haciendo ese triángulo herrumbroso (homenaje al bar, me imagino) dejando ese angosto pasillo por el que circular de forma segura sin el peligro de los cascotes de uno de los balcones que parece que se cae a trozos.

Con el paso del tiempo ya se sabe, las costumbres se relajan: hoy paso y le pego un empujón a una valla, mañana vuelvo y la arrimo un poco más a la farola, al otro la baliza se vuela, para quedar, mes y medio después, como están ahora, pegaditas al borde de la acera, una junto a otra y, eso sí, sin que nadie haya arreglado nada de lo que causaba el peligro. (He actualizado el post con estas fotos del pasado viernes 8 de septiembre).

 

Vallas, ya olvidadas, en el mismo sitio y sin función

 

 

Balcón al que se le caen los trozos en el Bar el triángulo

 

Si se hubiese tratado de una vía pecuaria cuyo arreglo dependiese de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento ya se habría apresurado a arreglarla para poder echarle en cara a la Junta que no lo hace y, de paso, ahondar la trinchera institucional en la que se metieron Carpio y su compañía para dispararle (con nuestras balas) a esa maldita Junta que nos discrimina y azota. Pero como en este caso es un vecino el que no arregla la fachada y el peligro es, al fin y al cabo, para esos cinco que vamos andado y que ni votamos ni pagamos impuestos, se ponen la vallitas y queda cubierto el expediente de la responsabilidad. Desde luego que mientras no le den vacaciones a la caradura y la desvergüenza de nuestros munícipes esto no mejorará, no. ¡Qué lastimica de pueblo, señor, qué lastimica!.

Los renglones torcidos...

...del jefe de obras. Debe tratarse de una de esas actuaciones transversales donde la concejalía de cultura a medias con la de servicios municipales y urbanismo rinden un homenaje a alguna obra (literaria) a través de la ejecución de una obra (con cemento). En este caso se trata de la obra (literaria) de Torcuato Luca de Tena Los reglones torcidos de Dios y la obra (de cemento) la de la acera de la Avenida de Granada.

 

Avenida de Granada - La acera no está muy derecha que digamos

El hecho de que la obra (literaria) se desarrolle en un manicomio no sé si tiene alguna intención o relación con la obra (de cemento) o el pueblo. Antes, con los coches encima de la acera, no se daba cuenta una del "efecto óptico" (dejemoslo así), pero al poner esos "postecillos" para evitar el aparcamiento encima de la acera queda en evidencia. No sé qué van a hacer los adictos a aparcar en esta acera. ¿Se irán a echar la primitiva a otro sitio?. ¿Comprarán el periódico en la Santana?. ¿Buscarán otra acera donde dejarse caer?.

PD.- Los litrejos de birra de ahí encima le dan un toque gruchn a la parilla, ¿que no, tron?.

Ejecución obligada de la sentencia

Aquella que obligaba al ayuntamiento a realizar las obras necesarias para situar la entrada de este comercio al mismo nivel que la acera. En esta actuación municipal no hay ni cartel ni presupuesto que hacer público y difundir orgullosamente. Después de la metedura de pata inicial y la "mala pasada" del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, lo mejor hubiera sido que, discretamente, se hubiese arreglado el daño y to's tan contentos, pero el ayuntamiento recurrió y volvió a perder. Al final, el propio Tribunal ha tenido que obligar (3 meses después de la comunicación) a que se ejecute la sentencia.

 

Avenida de Andalucía - Obras en la puerta del butano

 

El diario ABC se hacía eco el pasado martes de la noticia. Tampoco ahí había mención de un importe económico. No estaría mal que se echaran cuentas (y se mostraran) para saber cuánto nos hemos dejado en este trozo de Avenida. Entre la obra inicial, los gastos relacionados con la defensa ante el juzgado, los del correspondiente recurso y la ejecución forzada final, nos habrá salido el metro de acera que ni la milla de oro del barrio de Salamanca. Bueno, igual es un poco exagerado y, en plan local, lo podemos dejar en los "30 metros de bronce".

No llegó a tiempo

Si la señal derribada dio tiempo a quitarla antes del encendido, no fue a sí con el acerado de esta esquina maldita de nuestro municipio. Pareció entrarle la prisa a alguien por ver esto acabado y con su anchísima acera utilizada por las que vamos a la feria a pata, pero algo pasó que no pudo ser. Total si el resto del año, que pasamos por ahí varios cientos de personas al día, no se podía ni pisar, que esté "llanito" y sin barro, ya es una mejora.

 

Obras en la esquina de la Avenida de Andalucía

 

Montilla pa' tropezar

Vista la magnífica acogida de las campañas que empiezan por "Montilla para..." puestas en marcha por el ayuntamiento a instancias de Sarmihiel, fiel lector donde los haya, el ayuntamiento ha pedido la colaboración de los comercios y bares del municipio para poner en marcha esta otra: "Pa' tropezar, mi pueblo y olé", donde se solicita a comerciantes y dueños de otros establecimientos públicos a colocar una serie de móviles o construcciones de cualquier material e inspiración encima de las aceras para hacer, si cabía aún, un poco más dificil el tráfico peatonal en nuestras aceras.

Acompaña la campaña una serie de ejemplos auspiciados, cuando no ejecutados directamente, por el ayuntamiento por si los aludidos necesitan un manual de buenas prácticas al respecto:



Pues bien, la campaña ha sido un éxito y ha logrado la adhesión de múltiples empresarios y diversas ramas del comercio:

Hay zapaterías

Zapatería Zapatería en puerta de aguilar

Floristerías,

 

Floristería

 

Bares, por supuesto:

Cajas de cascos en la acera Mesas de terraza de bar

Hay experiencias mixtas, por ejemplo un bar y una tienda de motos:

 

Experiencia mixta

 

Droguerías,

 

Droguería

 

Pero los que se han volcado con la campaña son esa joya del comercio montillano que tanto aporta, engalana y señorea nuestras calles: "El veinte duros".



Mi enhorabuena al ayuntamiento, sus campañas dirigidas a comerciantes y de paso, fastidiar al peatón, son un éxito. ¡Animo y adelante!.

En ascuas

Ya lo dije el otro día: que no voy a dar abasto a un año de las elecciones locales con la hiperactividad de nuestros ediles en tema de obras. Ayer mismo, después de que cerrasen las tiendas, le metieron la taladradora a este trozo de acera para... ¿Para qué?. Pues lo sabremos hoy o mañana. A mí me tienen en ascuas. ¿Pensarán rebajar todos los escalones en las aceras del pueblo?

 

Obra en la calle El Santo

 

Pues nada, ahí hay tajo de sobra. ¿Qué tal si después de ese, siguen para la Calle Ancha, que es pura barrera arquitectónica?

 

La calle Ancha y sus mil escalones

 

Que no es noticia

Sobre esto se podrían sacar en el blog 15 fotos todos los días. No me quiero poner pesada y sólo meto alguna de recuerdo, de vez en cuando. Esta vez en Puerta de Aguilar, donde la entrada a la cochera de Telefónica deja siempre este magnífico hueco para el "enterao" de turno (esta vez, era "enterá", que conste). ¡¡Que por ahí no paso, leches, a ver si nos enteramos de una vez!!

 

Otro coche en la acera